miércoles, 11 de abril de 2012

Te estuve llamando con el recuerdo de lo que nunca vivimos. Te estuve buscando entre las tinieblas de mis peores pesadillas. Te encontraba cada vez que entrecerraba mis ojos; estabas ahí borroso, esperando. ¿Qué estabas esperando?. Abrí los ojos, quería saber si eras vos. Pero desapareciste. Te busque en aquel rincón donde te encontré aquel día que nunca fue. Me perdí, no sabia cual de los cuatro rincones del cuarto era aquel donde te vi el día que los dos vestíamos de azul. Me canse de buscarte, me acosté y volví a dormir. Pero el martes te volví a ver, cuando miraba los rincones del cuarto con los ojos entrecerrados. Y me acerque, me diste un papel, abrí los ojos, te mire, no estabas ahí. Baje mi vista con los ojos llenos de lagrimas, mire mis manos y depositaste en ellas un papel, que decía "NO ME BUSQUES MÁS". Te hice caso y volví a vivir. Texto: Carolina Suárez Imagen: Carolina Suárez

martes, 10 de abril de 2012

Ella tiene miedo. No sabe que el miedo le corrompe el alma. Ella tiene miedo de levantarse y ver todo a su alrededor desmoronado. Se levanta, observa cada rincón de la habitación y suspira. Ella tiene miedo de que el tiempo se detenga ante sus ojos y le diga "hasta acá llego tu viaje". Pero no es miedo a la muerte, es miedo a que el tiempo del reloj de arena se acabe. Miedo a salir de casa y caminar por las veredas rotas. Miedo a pasar cuatro domingos seguidos sola. Nunca entiende porque tiene tanto miedo. A lo único que no le tiene miedo, es a las películas de terror. Entonces ahora, dejo de creer que tenia tanto miedo. Texto: Carolina Suárez. Imagen: Franco Sebastian Colalongo.

martes, 28 de septiembre de 2010

O d e i M


Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso.

sábado, 28 de agosto de 2010


A mí me encienden por las tetas. Si un hombre me acaricia bien las tetas podrá obtener de mí lo que quiera. Mis pezones son el PLAY para que empiece el placer. Aprieta mis tetas y dará comienzo el juego. Me enciendo por ahí. No soy una mujer hasta que un hombre no abre sus labios para cerrarlos sobre mis pezones. Aprieta mi PLAY y el placer del mundo estará en tus manos.

martes, 24 de agosto de 2010

martes, 11 de mayo de 2010

canción pseudo - sado - ero - maso

Esta noche mi amor voy a ser tu hombre,
voy a atacarte con la ferocidad de una cobra alzada
en mortal danza. Esta noche te amarraré a la
cama mi princesita de leche.
Pero primero afeitaré esa barba, ese pecho que es
una selva y las columnas perfectas de tus piernas
hasta hacerte parecer un maniquí.

Quiero tenerte ante mi desnudo como un cristal,
crucificado a la cama como un Cristo agónico.
Yo en cambio vestiré de cuero y púas,
como a ti te gusta...Caramelito

Antes de empezar untaré miel en la punta de tu
sexo y con mis calzoncitos fragantes haré una
bola para taponear tu boca.
Luego bailaré y bailaré con las piernas abiertas
sobre ti, y en cada bajada de la coreografía
restregaré mi sexo descubierto contra tu nariz.

Luego te lameré largamente, morderé con delicadeza
de cirujano las rozas maduras y abiertas de tus
pezones, correré por tu cuerpo como un ejército
de hormigas devoradoras. No perdonaré rincón
alguno, cavidades secretas, túneles, montículos,
articulaciones.
Sudarás, torcerás tus bracitos de ángel, tu respiración
me dará las pistas de tu agonía.

Finalmente me concentraré sólo en tu ya muy
erecto pene. Esa réplica tan simpática de ti y del
obelisco de Buenos Aires. Me detendré ahí, me
quedaré horas y horas, gastando saliva, abriendo
y cerrando la boca, de arriba hacia abajo, hasta
dislocar mi mandíbula y sentir en la punta húmeda
de mi lengua las descargas de tu desorden eléctrico.

Entonces en el momento más alto, cuando estés a
punto de reventar, mi bien, meteré mi dedo sodomita
por tu culo de virgen casta.

LO METERÉ HASTA EL FONDO,
SIN CONTEMPLACIÓN NI VASELINA, CON
UÑAS, ANILLOS Y TODO. HARÉ CÍRCULOS
CON ÉL AHÍ DENTRO. TALADRARÉ COMO
UN ENANITO VIOLADOR MIENTRAS TE
RETUERCES DE DOLOR.

Y para terminar te regalaré mi boca, que sea ésta
la fuente donde descargues al fin la simiente tibia
que se agolpa en tus íntimos conductos.
Esta noche mi amor
voy a ser tu hombre.

viernes, 6 de noviembre de 2009




Nadie está a salvo. Me enamoré. Es así de simple. Las estrellas están de sobra. Si hasta yo, que nací en el país de los que siempre llegan tarde, estoy enamorada, quiere decir que le puede pasar a todo el mundo. No escucho campanas ni me da por besar a la portera. No salto, no bailo, no canto, ni hablo sola, pero en algún rincón de mi cerebro están festejando con una banda y con fuegos artificiales. Estoy enamorada. Es más que un ácido. Demasiado. Es una felicidad que se pasa de rosca y te hace llorar. Es apenas soportable.


Sbarra