jueves, 24 de septiembre de 2009

reír (me)


La risa disminuye la presencia del colesterol en la sangre pues equivale a un ejercicio aeróbico.
La risa favorece la digestión al aumentar las contracciones de todos los músculos abdominales.
La risa facilita la evacuación debido al “masaje” que produce sobre las vísceras.
La risa contribuye a aplacar la ira.
La risa contribuye a un cambio de actitud mental que favorece la disminución de enfermedades.
La risa aumenta el ritmo cardíaco y el pulso y, al estimular la liberación de las hormonas “endorfinas”, permite que éstas cumplan una de sus importantes funciones, como es la de mantener la elasticidad de las arterias coronarias.
La risa también ayuda a reducir la glucosa en sangre.
La risa nos libera del temor y de la angustia.

lunes, 14 de septiembre de 2009

++++


Con saber que alguna vez te hice reír, me puedo morir.
Con saber que alguna vez te hice llorar, me alcanza por esta vida que me pesa si no estas conmigo.
Todos los que dicen que nadie se muere de amor, no estuvieron en sus vidas ni un segundo con vos.
No sintieron tu sonrisa en sus almas.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Los Parlantes


De generación en generación
vamos transmitiendo la emoción
generando acción, degenerando reacción.
Si el universo es una pista de baile
nosotros somos los parlantes,
escucha latir al corazón
al ritmo de su pulsación.
Mientras unos entran, otros salen.
¿Y qué importancia tiene quiénes somos?
Lo único que hay que entender es que aquí
no hay nada de entender.
Bailá y sentí el aliviode saber,
que hay muchas cosas
que no tenemos que ser.
De generación en generación
vamos repitiendo la emoción.
Generando acción
y regenerando reacción.
El universo es una pista de baile
y nosotros somos los parlantes
escuchá latir al corazón
al ritmo de su pulsación
mientras unos entran, otros salen
¿Y cuánta importancia tiene quiénes somos?
Lo único que hay que entender
es que aquí no hay nada de entender.
Bailá y sentí el alivio de saber
que el disc jockey habita dentro
de cada ser. . .

~ El robot bajo el agua

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Nubes


Esa nube tiene forma, de la forma en que se abren tus ojos cuando me miras.
Y esa nube tiene forma del lugar donde se encuentran tus orejas y tu cabeza.
Y esa nube tiene forma de un panal de abejas como mi cabeza zumbando.
En esta tarde azul mis pensamientos viajan como nubes de aquí para allá.
Y cada nube que pasa tiene la forma de mis ganas de que estés acá...de que estés acá, de que estés acá.

Soledad .+*


Soledad es solo una palabra que se le pone, a ese temporal, temporal que se impone cuando derepente te alejas de los demás. No esta de más, conseguir entonces cierta intimidad, con esa intensidad maravillosa, que brilla hermosa como una joya por detrás de la palabra.

+,*




La mosca dibuja espirales en la superficie de una copa de vino abandonada. El sol se

empecina en meterse en la habitación con su alucinante claridad. Hay ropas

desparramadas que aún modelan la forma que contuvieron antes de caer. Hay ceniceros,

copas, botellas, polvo sobre los muebles, libros que ignoran su inutilidad. Hay

sobre la cama un cuerpo de mujer...

Respira arrítmicamente. Hace una hora o seis que despertó. Corre de un lado a otro.

La mente que desanima ese cuerpo es un martillo. Pregunta. Trabaja con minuciosidad

la matería del sufrimiento.

El cuerpo y la mente de una mujer que se niega o aceptar su nueva situación: está

sola.

El contestador telefónico registra llamadas de amigos y de algún pariente que supone

que una gota de sangre en común le da derecho a comprender. La que no llega es la

voz de la única persona que le importa en el mundo.

Está sola. Trata de entender que se encuentra en un período natural de adaptación.

Es lógico que le cueste retomar el ritmo anterior a la llegada del hombre que se ha

marchado.

Es una mujer inteligente, pero algo se desgarra dentro de su cuerpo. Se pregunta

para qué y por qué y si fue verdad lo vivido junto al hombre que ya no está.

Como si la existencia fuese una pugna de equivocaciones y aciertos se interroga por

los errores cometidos.

Ama la música, pero la ha olvidado. La casa está en silencio. Sólo la claridad

empecinada hace un metálico sonido.

El cuerpo se ha sentado en la cama. Los restos de un batallado maquillaje dibujan

luces y sombras en su cara. Va al baño. Pasa sin interés delante de un espejo.

El cuerpo ha recuperado los movimientos mecánicos para ejecutar los miserables actos

cotidianos. Pero su mente continúa obsesiva en la tarea de sufrir. De no querer

dejar de sufrir para que algo de alguien no desaparezca del todo.

Las manos correspondientes al cuerpo de la mujer levantan las persianas y entra el

sol como una orquesta. Por un gesto de torpeza se vuelca una copa de vino.

La mosca sigue dibujando círculos en el vino derramado.



(Sbarra)